Historiales de los últimos 25 años: números que avergüenzan

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Desde que la televisión irrumpió a través del cable en la mayoría de los hogares argentinos, hace un cuarto de siglo, el fútbol se convirtió en un producto de consumo masivo. Todo lo que sucede en una cancha dejó de ser patrimonio exclusivo de los fanáticos. Si hasta los años 80 un hincha estaba al tanto de su equipo sólo asistiendo al estadio, hoy todos sabemos vida y obra del resto de los clubes. La TV, los medios web y las redes sociales potencian la información. Así como el Huracán Campeón de 1973 no fue siquiera tapa de la revista El Gráfico, las últimas conquistas quemeras adquirieron dimensión internacional en el mismo instante que se produjeron. Lo mismo sucede con lo malo de un club, como la declaración desafortunada de un presidente.

Tomando como punto de partida 1991, cuando se iniciaron los campeonatos cortos y de alguna forma el fútbol moderno, los últimos 25 años de Huracán son un reflejo amargo de su debacle deportiva e institucional. Desde que volvió a primera división tras su primer descenso en 1986, el Globo jamás logró estabilizarse en la máxima categoría del fútbol argentino. El saldo de los historiales con los rivales del actual campeonato son tan elocuentes que exhibirlos públicamente, de tan vergonzantes que son, es una invitación al descanso, como dicen ahora los jóvenes. Pero urge revisarlos para tomar conciencia de la enfermedad que nos aqueja e intentar, como un legado para las próximas generaciones de hinchas, modificar su cruel tendencia.

Sin anestesia, digamos que ante los 29 rivales de la actual temporada Huracán tiene saldo positivo ante 8, está a mano con 7 y pierde ante 14. Hablamos de partidos disputados en primera división, no en la B Nacional. Si estos números son muy malos, el detalle es aun peor. Los ocho equipos a los que Huracán supera son Aldosivi, Banfield, Belgrano, Defensa y Justicia, Godoy Cruz, Quilmes, Rosario y Sarmiento. Salvo Belgrano y el Canalla, dos grandes del interior, el resto de los equipos son de los denominados chicos. Si queremos agravar el cuadro, varios de esos historiales son de apenas dos encuentros. Y en ningún caso la diferencia supera los tres partidos de ventaja, siempre hablando de los últimos 25 años.

Pasando a los enfrentamientos con saldo neutral, se trata de Arsenal, Rafaela, Patronato, San Martín de San Juan, Temperley, Tigre y Unión. Cualquiera de nosotros aceptará que hoy Huracán no está por encima de estos rivales, lo que significa que el próximo partido no es una garantía para que el Globo incline la balanza a su favor en las estadísticas. Este año perdimos con nuestro “hijo” Temperley de local por primera vez en la historia y a Unión, por ejemplo, no lo vencemos en primera división desde 2002. Una aclaración: la igualdad con Patronato es porque aun no lo enfrentamos en primera, aunque en la B Nacional ya conocimos el rigor del equipo entrerriano.

Y así llegamos a la parte cruda de este análisis, los historiales negativos: Atlético Tucumán, Boca, Colón, Estudiantes, Gimnasia, Independiente, Lanús, Newell’s, Olimpo, Racing, River, San Lorenzo, Talleres y Vélez. En la mayoría de estos cruces, las diferencias son enormes e indescontables en el corto plazo. Boca (22), River (20), Vélez (18), Independiente y Gimnasia (17) y San Lorenzo (16) son los equipos que más veces vencieron a Huracán en los últimos 25 años. A Boca le ganamos sólo 4 veces, a San Lorenzo 7 y a River, Independiente y Vélez en 8 ocasiones.

Con Racing y Estudiantes hemos jugado con algo más de dignidad, pero no admiten disculpas las estadísticas ante Gimnasia y Colón: al Lobo le ganamos apenas 4 veces en 25 años y al Sabalero sólo 2, con 15 derrotas. La última victoria ante el equipo santafesino data de 2002 y de local hay que remontarse a 1996 para encontrar un triunfo. No casualmente Boca, Gimnasia, Colón e Independiente le ganaron en 2009 al mejor Huracán desde 1973, los últimos tres en el Ducó, privándonos así de lograr el campeonato mucho antes de que el propio Vélez nos robara la final.

Párrafo aparte merecen los escandalosos historiales con Olimpo y Talleres de Córdoba: una victoria y seis derrotas ante los bahienses y dos triunfos y seis caídas ante los cordobeses. Sólo uno de los 14 rivales que nos aventaja está a tiro de que los alcancemos: Atlético Tucumán se impone 2 a 1 en los duelos. Gusto a poco, ¿no?

La conclusión es alarmante: salvo durante los primeros cuatro años desde su regreso a primera división en 1990, hasta la final perdida con Independiente en 1994, pasando por el equipo de Cappa en 2009 y culminando con el plantel que obtuvo Copa Argentina y la Supercopa, Huracán no fue un equipo sustentable ni competitivo en el tiempo. Pierde más de lo que gana ante la mayoría de sus rivales y no ajustadamente. Así como las estadísticas de un Nº 9 no mienten, los head to head ante los adversarios tampoco.

Cualquier dirigente que se precie de serio deberá, ya mismo, tomar en cuenta estos números, enmarcarlos en su despacho y trabajar duro para corregirlos. Debería ser una política de estado ir pasando de rojo a verde las estadísticas, tomando 1991 como punto de partida y no la historia completa del fútbol. Dejemos de arroparnos con la grandeza del pasado, incluso de los éxitos recientes, y pensemos en tiempo presente. Huracán ha modificado la letra de una vieja canción de Vox Dei: “Pensando en ayer fracaso hoy”.

 

Marcelo Benini
Director del periódico El Barrio
www.periodicoelbarrio.com.ar
Twitter: @MarceBenini

 

 

 
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